Soneto a Córdoba

jueves, 12 de julio de 2007
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De: Jorge Vocos Lescano

Por más que voy, como las golondrinas,

cruzando tanto cielo y tanta altura,

mi corazón persiste en la segura

transparencia del bronce en que te obstinas.

 

¡Oh ciudad, yo me fui de tus esquinas,

vino el afán, crucé una senda oscura,

mas al partir ya estaba en i cintura

tu cinturón de torres y colinas.

 

Por eso estoy, por más que no te vea,

y vivo en ti, sereno y recogido.

Que baje al corazón el que no crea.

 

Tanto querer tus cosas provincianas

en vez de corazón tengo un tañido

donde me caben todas tus campanas.

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