23/10/2018 – “Que todos sean Uno” , Como Iglesia de Buenos Aires estamos en camino, es un tiempo que nos ofrece la oportunidad de crecer en la espiritualidad de comunión, animados por el Espíritu Santo.
Él nos hace participar de la vida y de la misión del Salvador. Por eso, desde nuestras dudas, temores, cansancios y debilidades lo invocamos: Ven, padre de los pobres, ven a darnos tus dones, ven a darnos tu luz. “Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.” Jn 17,21. Esta oración de Jesús, nos interpela a estrechar vínculos, a valorarnos unos a otros de corazón y apreciar la riqueza de la unidad en la diversidad, tan rica en nuestra Iglesia de Buenos Aires. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo. 1 Sínodo Arquidiocesano de Buenos Aires 2 Sentimos el llamado de Dios a hacer juntos el camino, a buscar las coincidencias y superar los desencuentros para vivir como hermanos. Unos en la escucha de los otros y todos en la escucha del Espíritu. Ven Espíritu Santo, riega nuestra aridez, Cura nuestras heridas, Suaviza nuestra dureza. Cuando celebramos, como Pueblo de Dios, la Eucaristía, escuchamos la Palabra y reconocemos en el Evangelio la voz de Cristo. Con Él de compañero de camino podremos escuchar y comprender mejor a nuestros hermanos y lo que el Espíritu quiera decirnos en esta etapa sinodal. Ven Espíritu Santo Penetra con tu santa Luz En lo más íntimo del corazón de tus fieles. Madre del Buen Ayre, habituada a escuchar y a conservar las palabras y gestos de Jesús en tu corazón, te pedimos nos ayudes en este camino de comunión y unidad. Ven Espíritu Santo, danos la eterna alegría de la Unidad y Comunión Fraterna, anticipando el Reino de Dios entre nosotros. Amén Sínodo Arquidiocesano de Buenos Aires Arzobispado de Buenos Aires Vicaría de Pastoral 4343 0812 Int. 234 [email protected] 3 Oración para el Sínodo de Buenos Aires Padre Misericordioso, como Iglesia de Buenos Aires queremos ponernos en camino. A la escucha de la Palabra de tu Hijo y escuchándonos entre nosotros. Queremos ser misioneros misericordiosos, aprender a detenernos, y ser compasivos ante toda miseria humana. Que tu Espíritu de amor nos impulse, para hacer de nuestro Sínodo un espacio de comunión y renovación. Madre del Buen Ayre, no nos desampares. San Martín de Tours, ruega por nosotros. Amen