27/07/2019 – Natalia Quintana vive en la villa 21-24 del barrio porteño de Barracas junto a su esposo y sus tres hijos. Allí es dirigente cristiana de barrios populares, integra la pastoral villera y miembro del Departamento de Laicos del Episcopado argentino. “Nací en el barrio hace 41 años y crecí en esta linda comunidad de la Parroquia de Caacupe de la villa 21-24 de Barracas. Nací en el barrio hace 41 años y crecí en esta linda comunidad de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, debido a que aquí hay una gran cantidad de familias paraguayas”, indicó Natalia.
“Participamos en varios grupos con mi familia, dentro de las actividades de Caaupé. Al principio colaboramos con exploradores, luego acompañando a la murga del recordado y querido Padre Daniel de la Sierra. Actualmente participamos en la coordinación de los retiros espirituales para parejas. Nos preparó monseñor Oscar Ojea para estos encuentros junto al Padre Pepe Di Paola, hace 11 años atrás , y los seguimos realizando junto al padre Toto, Lorenzo De Vedia”, relató además.
“El pasado 20 de junio participé de la coordinación junto a otras vecinas del Primer Encuentro de la Mujer Creyente de Barrios Populares, en Luján junto a 1000 mujeres de distintas localidades del país, fue algo maravilloso. Dentro de lo que también estamos colaborando desde nuestros emprendimientos es a no sólo generar recursos económicos para sostener a la familia sino también a generar un impacto social en nuestra comunidad. Así nació el Banco de Anteojos Solidario y los Talleres de Capacitación en nuevas tecnologías”, manifestó Natalia.
Asimismo, dijo que a principios de mes, “desde el Departamento de Laicos del Episcopado nos invitaron nuevamente al encuentro nacional representando a la Pastoral Villera. Me tocó contar un poco sobre el rol de la mujer en nuestras comunidades, las barriadas populares”.
Finalmente, Quintana compartió esta oración misionera:
Madre depositamos en tus manos
el esfuerzo y el sacrificio de las familias de nuestros barrios populares
quienes buscamos salir adelante unidos en comunidad,
tomando como bastón la fe y los valores de nuestras raíces,
que nos enseñaron a perseverar ante la adversidad.
Te pedimos por todas las familias,
para que no nos falte, trabajo, salud y educación.
Para que este camino se ilumine con tu amor infinito,
veamos en el prójimo a Jesús
y podamos unirnos en la construcción de una sociedad más justa y solidaria
que venza la indiferencia.
Amén.
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