Tamara, una mujer que busca justicia

martes, 6 de julio de 2021
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06/07/2021 – Junto a Fray Miguel Ángel López nos adentramos en el capítulo 38 del Libro del Génesis: la historia de Tamara y su suegro Judá.

“Es una historia donde nos encontramos con el que engaña y al mismo tiempo es engañado: Judá. Una historia crítica respecto a la ética de lo recto y lo equivocado, que no tiene fronteras bien definidas. Mientras que es Dios quien da muerte a sus hijos, Judá culpa a su nuera. Culpa a Tamara negándole el derecho de matrimonio y maternidad que le corresponde por ley. Por su parte ella, con una estratagema, consigue hacerle entender que no ha sido una infiel, sino que ha buscado justicia”.

“Un punto importante de la narración es Dios, que aparece en la historia de Tamara. El Dios de Tamara muestra el rostro de aquel Dios que toma partido por la parte más vulnerable. Un Dios que no permite ser usurpado y que solo Él puede ejercer el don de la vida. Un Dios que se pone de parte de la víctima pero sin anularla, respetando su capacidad y su libertad. Un Dios que es protagonista de la historia pero sin negar el libre protagonismo de los personajes incluidos en la historia.”

“La historia de esta mujer nos muestra los caminos de la justicia y la responsabilidad. La justicia de Dios comienza a ser efectiva cuando alguien, de manera arriesgada y activa, se pone a la tarea”.

“Podemos preguntarnos ¿Es Dios que se pone de parte de Tamara y colabora con ella? El relato no nos da la respuesta en modo directo sino indirecto. Cuando Tamara urde un plan, Dios, de alguna manera, entra a formar parte de ese plan según la historia se va desarrollando. Dios no actuó en forma directa pero se pone de parte de Tamara, como había hecho antes, sin que ella misma se diera cuenta. Ella actuó pero no fuerza los acontecimientos, lo prepara todo, no tiene garantía ni seguridad de éxito. Ese éxito le corresponderá a Dios, si viene a su encuentro y en su ayuda.”

“En las estrategias y actitudes de Tamara se ve una mujer confiada y que trata de esperar en los huecos donde Dios puede intervenir y venir a su encuentro, aunque esta ayuda no parece comprensible. Tamara actúa como hace el oprimido: jugando con el elevado riesgo de su vida a fin de recibir justicia. La historia termina dándole la razón a Tamara porque de ella vendrá la descendencia que culminará en la plenitud de los tiempos con Jesús de Nazaret, el Mesías esperado en la historia de los patriarcas.”

Podés escuchar el programa completo con el padre Miguel Ángel López en el audio al comienzo de esta nota