24/11/2022 – Lamentablemente, la pornografía está cada vez más al alcance de cualquier persona, incluso de niños, a través del teléfono celular o de las redes sociales.
Y como ocurre con otras cosas cuyo uso o consumo puede generar adicción (con la marihuana y las drogas en general, con el cigarrillo, con las bebidas alcohólicas), también se está dando con la pornografía el fenómeno de la baja de la percepción del daño o del riesgo que implica.
Así es como suelen verse y escucharse en programas de televisión, incluso en horario de protección al menor, entrevistas a famosos que cuentan sus intimidades y normalizan el consumo de pornografía, como si fuera algo inocuo. Esta “normalización” contribuye con la caída de la percepción de daño que, en una sociedad de consumo como la que vivimos, se transforma, rápidamente, en una auténtica promoción.
El problema es que, como ya se dijo, la pornografía está cada vez más al alcance de cualquier persona, incluso de niños, y hasta de religiosos y religiosas como lo dijo el Papa Francisco, el pasado 26 de octubre, mientras dialogaba con un grupo de seminaristas que estudian en Roma y que lo fueron a visitar. Allí el Papa habló del consumo de pornografía como “un vicio por donde entra el diablo, un vicio que “debilita el alma”.
En el programa “Sólo por hoy” hablamos de esto con el padre Juan Pablo Dreidemie, sacerdote de la Arquidiócesis de Mendoza, Rector del Seminario de esa arquidiócesis, Profesor en Filosofía y Ciencias Sagradas. Licenciado en Psicología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma; diplomado en Protección de Menores por la Pontificia Universidad Gregoriana; y Profesor de Psicología de la Personalidad en la Universidad Católica Argentina, entre otras responsabilidades.
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