Una carta de un hijo deportista a su padre

viernes, 13 de julio de 2007
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Querido Viejo:
 
Hoy papá, fue mi primer partido y ¿querés saber saber algo? No lo pude disfrutar. Es que estoy confundido, siempre me enseñaste que jugar al fútbol era un momento privilegiado, ¡es como una fiesta! Y yo me iba a divertir, entonces, ¿porqué tu enojo detrás del alambrado?.

También me enseñaste a respetar al rival y siempre obedecer las reglas, ¡es el espíritu del juego! Me dijiste… y porque me gritaste:¿ metéle, si te pasa bajalo! me enseñaste que el árbitro es de palo, se puede equivocar porque es humano…no entiendo tu insulto cuando le erró en un fallo.

Además con buen criterio, me dijiste”si te toca perder no lo tomes tan a la tremenda, sólo es un juego”… y porque hoy te noto más serio y éstas tan silencioso conmigo…

Papá, yo sé que deseas lo mejor por eso me elegiste el club que me gusta, también te preocupas porque valla a entrenar, porque descanse, o por lo que haces también, “cuidarme”, pero por todo ese amor que me das, déjame crecer en el fútbol, que tengo que equivocarme, sino…¿cómo aprendo?. Déja que el entrenador me guíe, no te olvides que para eso está él, déjame jugar por el amor al fútbol, no me exijas más de lo que puedo…y yo te prometo, que ante las exigencias que l fútbol a mi edad me pone, voy a tratar de superarlas…, no busques triunfar a través de mí…por eso no sufras cuando juego, porque en ese momento yo soy feliz de jugar con la camiseta del club.

Te pido papá que vallas a la cancha, porque me siento orgulloso de tenerte…

Sólo te pido, dame tiempo y espero entiendas que ahora las cosas deben ir así y que en el deporte como en cada otra cosa de la vida todo llega a su debido tiempo.

Bueno papá, eso es todo lo que quería decirte…¡ah! También TE AMO…

 

¡Chau!, me voy a jugar al fútbol

con mis amigos.