27/07/2021 – En el cierre del ciclo “La fraternidad en el Libro del Génesis” junto a Fray Miguel Ángel López, donde fuimos recorriendo los vínculos fraternos y familiares en el Libro del Génesis, finalizamos con la historia de José.
Teminamos con el libro del Génesis poniendo la mirada en los capítulos desde el 45 al 49 donde descubrimos una invitación que nos humaniza, ya que no se es humano sino se es hermano y vicerversa. La hermandad implica la fraternidad, fraternidad que nos pone de cara a Dios y de cara a los hermanos, a la familia que Dios pone en nuestro camino para vivir ese amor en plenitud.
La encíclica Fratelli Tutti humaniza al hombre porque lo invita a crecer en fraternidad. Este camino de fraternidad tiene dos ejes: la presencia de un Dios padre que vela por nuestra vida, Dios padre que es misericordioso, que es amor, un Dios más grande de lo que nosostros somos, y por por otro lado el camino que hacemos nosotros de ésta paternidad ejercida con otros y ésta fraternidad vivida en comunidad. Una doble sintonía: de verticalidad con un Dios que nos ama y de horizontalidad que nos llama a vivir ese amor en nuestros vínculos.