Una iglesia que sale al encuentro de los migrantes

viernes, 8 de febrero de 2019
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08/02/2019 Siguiendo la temática de las migraciones en el espacio de ciclo los días viernes, Enrique Soros nuestro referente nos acercó el testimonio de Gabriela Pacheco, Abogada y Subdirectora de Cristo en Línea, una organización cuya misión es conectar a las personas con los Valores del Evangelio mediante programas radiofónicos y música católica.

Gabriela  ejerce actualmente su labor como periodista por sobre el de abogada, para dedicarse a la pastoral de comunicación y a las migraciones. Ella vive en Reynosa México y así describió el contexto en el que vive y trabaja: “Reynosa es un punto crucial para muchos de los migrantes que llegan con la esperanza de cruzar el Rio Bravo que es nuestro limite; allí se encuentran con la problemática de la inseguridad, la violencia a causa del narcotráfico. Las personas que migran se enfrentan  al llegar a nuestro país con la falta de lugares apropiados para seguir sus caminos, aquí las casas de migrantes son insuficientes de los que llegan y los que deportan”.

Hablando de las Casas de Migrantes, lugares sostenidos en su mayor parte por el esfuerzo de la iglesia católica, punto de referencia y refugio para quienes están en la travesía hacia la frontera norte:  “Llegan hasta 80 migrantes en una mañana y las casas se hacen pocas para atender a tanto, la iglesia católica siempre a ha estado presente. Se han encontrado 75 casas de migrantes tratando de cubrir esta necesidad, al norte se encuentra la mayoría;  esta situación es un tema obligado para las pastorales, somos un punto estratégico para los migrantes y sobre todo para cruzar el país”, informó Gabriela.

Según la periodista de Cristo en Línea, el costo no solamente es para aquellos que han dejado sus países, sino para aquellos que buscan ser hogar de tránsito procurándoles una protección en el corto plazo: “Las casas de migrantes reciben amenazas, y los sacerdotes que cuidan estas casas se ven amenazados porque no cumplen con las exigencias de las personas que quieren apoderarse de los migrantes que son carne de cañón”. Estas casas se sostienen gracias a los recursos de los feligreses, en alguna  mínima medida del municipio pero el grueso es la misma iglesia católica”.

Para cerrar tanto Enrique como Gabriela coincidieron en el trabajo en conjunto de los episcopados locales en relación a las migraciones: “Me llama la atención que es la iglesia católica la que sale al paso, aún antes que el gobierno atienda estas necesidades; el Episcopado mexicano igual que el de Estados Unidos realizan encuentros de formación para hacer más eficiente la ayuda a los migrantes.  Abarcando desde Tijuana hasta Matamoros que es límite con Estados Unidos y de igual manera desde Texas a California, es una labor aunada”, concluyó Gabriela.