Unos 200 mil jóvenes peregrinaron a la Basílica de Itatí

martes, 24 de septiembre de 2013
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24/09/2013 – El domingo, una multitud de jóvenes participaron de la XXXIV Peregrinación Juvenil del Noreste Argentino a la Basílica de Nuestra Señora de Itatí, en la provincia de Corrientes. El Nuncio Apostólico de Argentina, Monseñor Emil Paul Tscherrig, presidió la celebración eucarística.

A dos meses de la Jornada Mundial de la Juventud Río 2013, y como un modo de mantener vivo ese espíritu, la región del Noroeste Argentino, que reúne cada año a miles de jóvenes de Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa y Santa Fe,  prepararon para los días 21 y 22 de septiembre una nueva edición de la Peregrinación Juvenil a la basílica de Nuestra Señora de Itatí, bajo el lema “De la mano de María, testigos de la fe”.

En diálogo con Radio Maria, Wilfredo Leis, de la Pastoral Juvenil de la Diócesis de Reconquista (Santa Fe), resaltó el valor de los jóvenes volutarios y servidores de distintas diócesis que se encargaron de asistir a lo largo de los 75km de recorrido a los peregrinos.  "Además se intenta crear conciencia para que los jóvenes cuiden el medioambiente y mantengan limpias las banquinas de la ruta, como un llamado al gesto ciudadano". 

 

Mensaje a los jóvenes

Durante la multitudinaria celebración eucarística, el Nuncio Apostólico Tscherring dijo que ”Me siento feliz de poder celebrar esta fiesta con ustedes queridos jóvenes y los saludo a todos en el nombre del santo padre Francisco que los acompaña con su oración y corazón”. También recordó al Cura Brochero que “dio esperanza al pueblo pobre y abandonado detrás de las sierras, predicando en su grey el amor y la misericordia el cura gaucho transformó a los hombres y mujeres de la montaña, pidiendo una fe profunda”.

Por otra parte, Mons. Tscherring recurrió a la arenga del Papa Francisco: “Querido jóvenes no se dejen robar las esperanzas, la fe como fuerza viva no es solamente capaz de cambiar la vida del individuo sino también de la sociedad”. También, hizo un fuerte llamado a los  jóvenes peregrinos: "No se dejen desanimar por la corrupción, por la mala vida y por las lisonjeras promesas del dinero y de la carrera. No se dejen vencer por la mediocridad que los rodea y no corran el riesgo del “acostumbramiento” que conduce a la indiferencia".

Sobre la Virgen destacó que “es para siempre la mujer de fe y ejemplo de cómo relacionarnos con Dios” y destacó las palabras usadas varias veces por Benedicto XVI: “Un mundo sin Dios, es un mundo sin esperanza”.