10/11/2021 – Ven Espíritu Santo, vos que podés penetrar en lo más hondo de mi ser, allí donde está la raíz más profunda de todos mis males. Ven y entra allí donde yo no puedo llegar. Te doy permiso porque confío en tu amor firme y delicado. Ven a sanar, a liberar, a limpiar, a fortalecer. Toma mis ojos, tentados por la curiosidad, mis ojos que juzgan y condenan, que controlan y envidian. Ven para que vean a Cristo y se llenen de admiración, de ternura, de compasión. Ven Espíritu Santo y toma mis oídos, a veces atontados por los ruidos del mundo. Sánalos para que escuchen el Evangelio y sean capaces de oír el dolor de los hermanos.
Ven y toma mi boca, usada muchas veces para quejarse, para criticar, para dañar con las palabras. Tómala y coloca en ella palabras de aliento, de esperanza, de perdón. Ven y coloca en ella una alabanza y una canción. Toma mis manos, para que estén abiertas en generosidad y en adoración. Toma mis piernas, para que marchen por el camino de Cristo y se alejen de los senderos del mal. Y toma mi corazón, para que esté siempre hambriento de Cristo, sediento de su amor y abierto para compartir. Amén.
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