03/05/2022 – Como cada semana compartimos el ciclo sobre el voluntariado junto a María Cecilia Jaurrieta, de la orden franciscana seglar.
“El voluntariado es consecuencia de ser discípulos y misioneros de Jesús. Es consecuencia de pedir insistentemente en la vida sacramental y en la oración el tener los mismos pensamientos, los mismos sentimientos y emprender las mismas acciones de Jesús”, comenzó diciendo Cecilia y nos recordó la Plegaria Eucarística donde rezamos:
“En verdad es justo darte gracias y deber nuestro alabarte, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, en todos los momentos y circunstancias de la vida, en la salud y en la enfermedad, en el sufrimiento y en el gozo, por tu siervo, Jesús, nuestro Redentor. Porque él, en su vida terrena, pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el mal. También hoy, como buen samaritano, se acerca a todo hombre que sufre en su cuerpo o en su espíritu, y cura sus heridas con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza. Por este don de tu gracia, incluso cuando nos vemos sumergidos en la noche del dolor, vislumbramos la luz pascual en tu Hijo, muerto y resucitado”.
“Hoy consideraremos que el voluntariado supone una acción concertada para superar, mejorar y trascender lo meramente individual.
Un grupo organizado de voluntarios debe realizar sus acciones en forma eficiente, eficaz y trascendente:
Eficacia: Consiste en alcanzar las metas establecidas en el grupo.
Eficiencia: Se refiere a lograr las metas con la menor cantidad de recursos.
Trascendente: Significa ir mas allá del esfuerzo individual, ver un poquito más allá de lo que ve el voluntario”.
“Sin humildad no se construye nada en ningún ámbito de la vida y menos en una fraternidad que debe estar al servicio. La humildad es la virtud necesaria para actuar en equipo tanto para el coordinador como para cada uno de los participantes”.
Test de humildad
¿Estoy pendiente de ser el centro de todo y tomo muy a mal cuando no me tienen en cuenta?
¿Trato bien a las personas que se cruzan por mi camino?
¿Agradezco lo bueno que recibo? ¿Pido consejos?
¿Valoramos a las personas por lo que son independientemente de su condición social, sexo, color de piel?
¿Soy accesible hacia los demás? ¿O pongo obstáculos para compartir mi tiempo, mis talentos, mis conocimientos?
¿Reconozco que puedo hacer algunas cosas y otras no? ¿Tengo la tentación de la omnipotencia de querer solucionar todo?
¿Pienso que solamente yo puedo hacer bien las cosas?
¿Tengo confianza en los demás? ¿O los veo como una amenaza?
¿Soy capaz de reconocer cuando me equivoco? Y si he lastimado a alguien ¿puedo pedir perdón con rapidez?
Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio que acompaña esta nota