26/04/2020- En esta emisión hermana Clara María Temporelli nos llevó a profundizar en el pasaje del nacimiento de Jesús. Pero antes de adentrarnos en ese relato de la Palabra de Dios, nos recordó algunos datos del autor de este Evangelio y el contexto en el que fue escrito:
“Lucas ha confeccionado una imagen de María muy coherente desde el comienzo del Evangelio hasta el libro de los Hechos de los apóstoles. A partir de la experiencia de vida cristiana que tiene Lucas en la comunidad va confeccionando los primeros capítulos del Evangelio”.
“Los dos primero capítulos de Lucas son como un prólogo a todo el Evangelio”dijo hermana Clara y añadió: “también son como una síntesis de nuestra vida. Dios mira con profunda misericordia a los humillados, a los pobres, a los vulnerables, a los enfermos y actúa a través de su misericordia que alcanza a todos los que confiamos en él”.
“María con su aceptación en la anunciación, inaugura las condiciones necesarias para ser discípula y misionera. Una de las condiciones es escuchar la Palabra y ponerla en práctica: ‘Hágase en mí según tu Palabra‘ y a partir de ahí comienza la vida del verdadero discípulo”
Partimos del texto de San Lucas capítulo 2, versículos 1-20: “Por aquellos días salió un decreto del emperador Augusto, por el que se debía proceder a un censo en todo el imperio. Este fue el primer censo, siendo Quirino gobernador de Siria. Todos, pues, empezaron a moverse para ser registrados cada uno en su ciudad natal. José también, que estaba en Galilea, en la ciudad de Nazaret, subió a Judea, a la ciudad de David, llamada Belén, porque era descendiente de David; allí se inscribió con María, su esposa, que estaba embarazada. Mientras estaban en Belén, llegó para María el momento del parto, y dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa. En la región había pastores que vivían en el campo y que por la noche se turnaban para cuidar sus rebaños. Se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor los rodeó de claridad. Y quedaron muy asustados. Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo, pues yo vengo a comunicarles una buena noticia, que será motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor. Miren cómo lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre.» De pronto una multitud de seres celestiales aparecieron junto al ángel, y alababan a Dios con estas palabras:«Gloria a Dios en lo más alto del cielo y en la tierra paz a los hombres: ésta es la hora de su gracia.» Después de que los ángeles se volvieron al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: «Vayamos, pues, hasta Belén y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha dado a conocer.» Fueron apresuradamente y hallaron a María y a José con el recién nacido acostado en el pesebre. Entonces contaron lo que los ángeles les habían dicho del niño. Todos los que escucharon a los pastores quedaron maravillados de lo que decían. María, por su parte, guardaba todos estos acontecimientos y los volvía a meditar en su interior. Después los pastores regresaron alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, tal como los ángeles se lo habían anunciado.”
Al inicio “Lucas nos muestra este contexto para decirnos que José y María se trasladaron de Nazareth de Galilea a Belen para darnos un contexto histórico de que Jesús realmente nace. Lucas nos pone en contexto histórico, el del imperio de Augusto. Quiere contraponer esta imagen de la paz que reinó durante el reinado de este emperador a la Paz que trae el verdadero mensajero de la paz que es Jesús”.
“María dio a luz entre los pobres, la señal de esto es que el Niño fue envuelto en pañales y acostado en un pesebre, un lugar donde comían los animales. Lucas nos lo presenta lejos de su casa, en un establo y donde María tiene el papel progrtgonico: María “dio a luz a su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre”
Éstos son los signos para los pastores, los signos reveladores de Dios: “Miren cómo lo reconocerán: hallarán a un niño recién nacido, envuelto en pañales y acostado en un pesebre”
La hermana Clara nos invitó a reflexionar en este misterio: “Dios se manifiesta en la impotencia, en la precariedad, la fragilidad y en la incomodidad porque nos quiere decir que los seres humanos somos eso y Él se encarna en esta fragilidad y a partir de allí nos va a salvar”.
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