¡Alégrate,el Señor está contigo!¿Habrá alegría más grandeque un Dios alegre por hacerse niño,que está dichoso de ser bien Padrey llamarnos hijos?¡Alégrate!, en tu propia carneahora dice “mío”aunque sea impensabletan misterioso tino.
Mas eso, sí, ¡acércate!Porque tal vez ocurra que esté escondidoen el que justo pasecuando lo creas ido.
Javier José Albisu