Al comenzar a recorrer este año que recién nace vengo a poner en Tus manos las riendas de mi vida; puede que en algún momento te las quite pero por favor, no tardes en hacérmelo saber.
La Vida es demasiado grande para que descanse en mis manos, en ellas sólo se agita y preocupa, corre tras cosas efímeras, y huye de fantasmas que no existen.
Más de una vez las circunstancias me sacudirán, me recordarán la vulnerabilidad de mi ser; Vos proclamame las bienaventuranzas y volveré a creer.
No dejes de invitarme a disfrutar,
a gustar del sabor de la Vida, que sino los miedos saquean mi paz y dejo el gozo y el amor quedar atrás.
Queda mucho por crecer, tanto más corazón adentro por trabajar; que retire todas las trabas y te deje ver mis heridas así las podrás sanar.
Que no vague por las calles de la soledad, que me deje alcanzar por Tu presencia que vive en mis hermanos, que no tema dejarme amar, que sea comunidad.
No sé qué sucederá, sólo sé que Vos irás conmigo y que aunque a veces parta sin pedirte que me acompañes, siempre estarás ahí, no te puedes separar de mis latidos.
Amén
Luz Huríe
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