Jesús entró a Cafarnaún, y cuando llegó el sábado, Jesús fue a la sinagoga y comenzó a enseñar. Todos estaban asombrados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Y había en la sinagoga un hombre poseído de un espíritu impuro, que comenzó a gritar: “¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido para acabar con nosotros? Ya sé quién eres: el Santo de Dios”. Pero Jesús lo increpó, diciendo: “Cállate y sal de este hombre”.
El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido, salió de ese hombre. Todos quedaron asombrados y se preguntaban unos a otros: “¿Qué es esto? ¡Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus impuros, y estos le obedecen!”. Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, en toda la región de Galilea.
Palabra de Dios
P. Cristian Salomon Sacerdote de la Parroquia Santa Teresa de Jesús, de Santa Teresa, Aqueidiócesis de Rosario
¡Buen día, espero te encuentres bien! Después del tiempo fuerte del adviento y Navidad, de haber contemplado y celebrado la buena Noticia de la encarancion y manifestación de Jesús, comenzamos esta semana, el tiempo que llamamos de la feria, tiempo tranquilo, sin grandes acontecimientos festivos, en el cual estamos invitados a escuchar, conocer y amar más a Jesús, como respuesta amororsa a su Amor Fiel, Liberador y Salvador.
Nos ira guíando y anunciando a Jesús, el evangelio de Marcos. Hoy nos muestra a Jesús que después de llamar a Simón y Andrés, a Santiago y Juan para ser pescadores de hombres, llegan a cafarnaún y en la sinagoga, después de enseñar, es enfrentado por un Espíritu impuro que lo reconoce como el Santo de Dios, Jesús no sólo enseña con autoridad, sino que también expulsa del hombre al demonio y todos quedan asombrados.
La Palabra de Jesús tiene autoridad porque enseña y realiza lo que dice, porque libera y lleno de su Espiritu, tiene el poder de renovar, transformar y rehacer al hombre.
Siempre necesitamos volver a la certeza del amor de Dios que en Jesús, siempre sale a nuestro encuentro, para llamarnos, enseñarnos, liberarnos, darnos vida plena para compartirla con los demás.
Necesitamos también nosotros escuchar a Jesús, como Palabra del Padre, llena de autoridad, llena de Vida plena, que llama y libera. Cuántas situaciones y realidades de nuestra vida que necesitan de su Palabra, que nos oriente, que nos renueve, que asombrándonos nos encienda y libere.
Señor queremos recibir tu Palabra, con corazón de discipulo, que asombrado, maravillado y liberado por tu amor, pueda extender tu fama por todas partes, pueda contagiar tu vida y la alegria de conocerte, el gozo de que nos hayas encontrado, liberado y salvado.
Que tengas lindo día, Dios te bendiga.