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martes, 1 de junio de
"No es Dios de muertos, sino de vivos"
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos saduceos, de los que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó escrito: "Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer, pero no hijos, cásese con la viuda y dé descendencia a su hermano." Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos; el segundo se casó con la viuda y murió también sin hijos; lo mismo el tercero; y ninguno de los siete dejó hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección y vuelvan a la vida, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete han estado casados con ella." Jesús les respondió: "Estáis equivocados, porque no entendéis la Escritura ni el poder de Dios. Cuando resuciten, ni los hombres ni las mujeres se casarán; serán como ángeles del cielo. Y a propósito de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios: "Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob"? No es Dios de muertos, sino de vivos. Estáis muy equivocados."
Palabra de Dios.
Reflexión: Monseñor Santiago Olivera | Obispo de la Diócesis de Cruz del Eje
El texto que meditamos hoy es acerca de unos saduceos , que se acercan a Jesús para hacerle una cierta trampa. Los saduceos son una secta. El nombre de ellos está asociados al sumo sacerdote Sadoc, de la época de Salomón, eran mayoritariamente sacerdotes.
No creían en la Resurrección, eran conservadores en política y religión, un movimiento de antiguas tradiciones que no creían que después que uno muere el alma desaparecía. No aceptaban la retribución en la otra vida, eran hombres complicados. En el siglo primero de la era cristiana, tienen una gran influencia gracias a los sumos sacerdotes en Jerusalén. La pasión de Jesús, ha sido muy marcada por la presencia de los saduceo. Se acercan para preguntarle, sobre lo que conocemos de la ley del levirato, la ley del vin del latín del que mandaba que el hermano de un marido difunto sin descendencia se case con la viuda. Esto lo encontramos en el antiguo testamento en el libro del Deuteronomio. Esta pregunta presentando la ley intentaba hacer ridícula la Fe en la resurrección, porque ellos no creían.
Pero Jesús responde con la habilidad de siempre, ilustrando primero sobre el matrimonio, tal actual hoy, descubriendo que en el mas allá cuando los muertos resucitan, ni los hombres ni las mujeres se casan sino que serán como ángeles. En el cielo, no habrá una vida sexual como la que tenemos hoy aquí. En el segundo lugar sobre la resurrección de los muertos, Jesús utiliza el Pentateuco, para contestarle, que era la única escritura que los saduceos aceptaban.
Sí han leído el libro de Moisés, el pasaje de la zarza, cuando Dios dice: “yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac , el Dios de Jacob”. Entonces ahí Jesús enseña , si el Señor es Dios de los Patriarcas que ya murieron es que están vivos en su presencia.
Dios no es un Dios de muertos sino Dios de vivos. La palabra de Dios es un testimonio del Dios de la Vida.
Ciertamente la aspiración mas grande del hombre, nuestra aspiración es la inmortalidad. Nosotros fuimos llamados para vivir para siempre y para gozar de la presencia de Dios. Justamente porque Adán y Eva pecaron lamentablemente el pecado ha sido vencido por las consecuencia.La muerte es el paso para recuperar la vida en plenitud y la amistad con Dios, Cristo lo gano con su muerte.
Desde esa muerte y resurrección de Jesús, la muerte no es la última palabra sino la Vida.
Si Cristo no hubiera resucitado, nos decía San Pablo, inútil y vana seria nuestra Fe , porque seriamos hombres y mujeres muy desgraciados. Porque Cristo resucito también nosotros resucitaremos con El porque fuimos incorporados a Cristo por medio del bautismo.
Pero es bueno entender cuando decimos nosotros en el credo, “Espero la Resurrección de los muertos y la vida en mundo futuro” también descubrir como cristiano, que debo amar totalmente esta vida presente. Que el hoy vivido con la plenitud según el querer de Dios , es porque Dios se encarnó y asume nuestra naturaleza y por lo tanto valora lo humano que debe ser respetado, valorado.
Porque gozamos la vida presente, es que esperamos la Vida eterna. A mi me gusta decir mucho, “celebramos la Vida”. En este texto que leemos hoy de esta trampa que le hacen a Jesús preguntándole esto del matrimonio, en el fondo renovemos nuestra certeza de una vida que no termina y que seria muy triste si terminara porque Jesús con su muerte y su resurrección nos ganó la vida para siempre, la vida eterna y vida en plenitud.
Oleada Joven
Participa
Radio Maria Joven