Padre nuestro, al momento de comenzar esta mañana
nuestro camino cuaresmal, haz que nuestro corazón
y nuestras manos se conmuevan ante la vida
de quienes tienen hambre, sed, están presos o enfermos.
Que hoy sea para mí una oportunidad nueva
para mantenerme fiel a tu Palabra,
quizás haya muchas tentaciones para caer en el pecado,
pero que nunca mis pies se paralicen para correr
hacia tu presencia tierna y misericordiosa.
Sí Padre, como hijo tuyo que soy,
que no tenga miedo a las pruebas,
que en el camino de las dificultades no me vea afligido
sino que realmente sea para mí,
un camino de fortaleza y esperanza,
para que pueda llegar renovado, como un nuevo renacer.
Te lo pido por medio de tu Hijo,
él que hace nueva todas las cosas,
por los siglos de los siglos.
Amén
Julián Barzola