EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 18,21-35

martes, 10 de marzo de
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Se adelantó Pedro y le dijo: “Señor, ¿cuántas veces tendré que perdonar a mi hermano las ofensas que me haga? ¿Hasta siete veces?”.Jesús le respondió: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por eso, el Reino de los Cielos se parece a un rey que quiso arreglar las cuentas con sus servidores.Comenzada la tarea, le presentaron a uno que debía diez mil talentos.

Como no podía pagar, el rey mandó que fuera vendido junto con su mujer, sus hijos y todo lo que tenía, para saldar la deuda. El servidor se arrojó a sus pies, diciéndole: “Señor, dame un plazo y te pagaré todo”. El rey se compadeció, lo dejó ir y, además, le perdonó la deuda.

Al salir, este servidor encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, tomándolo del cuello hasta ahogarlo, le dijo: ‘Págame lo que me debes’. El otro se arrojó a sus pies y le suplicó: ‘Dame un plazo y te pagaré la deuda’. Pero él no quiso, sino que lo hizo poner en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Los demás servidores, al ver lo que había sucedido, se apenaron mucho y fueron a contarlo a su señor.

Este lo mandó llamar y le dijo: ‘¡Miserable! Me suplicaste, y te perdoné la deuda. ¿No debías también tú tener compasión de tu compañero, como yo me compadecí de tí?’. E indignado, el rey lo entregó en manos de los verdugos hasta que pagara todo lo que debía. Lo mismo hará también mi Padre celestial con ustedes, si no perdonan de corazón a sus hermanos”.

Palabra de Dios



 


Reflexión: P. Cristian Salomón Encargado de la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Rosario


 

Buenas buenas, espero estes bien, seguimos poniendo nuestro corazón en Dios, en este tiempo de gracia, para que Él lo forme y reconstruya a su imagen.


La Palabra de Jesús nos sigue iluminando y orientando, hoy gracias a la pregunta que Pedro le realiza: ¿Señor, hasta cuantas veces debo perdonar, hasta siete veces?


El Señor le responde rápida y claramente, “no solo siete veces, sino hasta setenta veces siete”, es decir, siempre y para profundizar lo dicho nos deja la parábola del servidor despiadado culminando el relato diciendo: “lo mismo hará mi padre celestial con ustedes, sino perdonan de corazón a sus hermanos”.


Hacer memoria, recordar todo lo que Dios nos ha perdonado es la tarea, Él por amor, nos libró de la muerte, del pecado, entregando a su propio hijo y regalándonos su misma Vida Eterna. Sólo si nos reconocemos perdonados y salvados, podremos perdonar de corazón a los hermanos.


Recordá ahora, enumerá todo lo que te ha perdonado y sigue perdonando el Señor, si hemos recibido tanto, y nos auxilia siempre su gracia, ¿podemos negarnos a perdonar alguna ofensa del hermano?


Te invito a que hoy puedas perdonar esa ofensa recibida, ¿te animas? Quizas en algunos casos haya situaciones muy dolorosas, o difíciles que nos hacen sentir que es imposible, que no queremos o no podemos, sin embargo, nada es imposible para Dios.


Señor Jesús, así como cada día, pedimos, como vos nos enseñaste. Perdona nuestras ofensas, te pedimos que agrandes nuestra capacidad de amar y perdonar de corazón, para ser perdonados y liberados.



Fuente: Radio María Argentina

 

Radio Maria Argentina