Enséñanos, José, cómo se es “no protagonista”, cómo se avanza sin pisotear, cómo se colabora sin imponerse, cómo se ama sin reclamar.
cómo se obedece sin rechistar cómo ser eslabón entre el presente y el futuro cómo luchar frente a tanta desesperanza cómo sentirse eternamente joven Dinos, José, cómo se vive siendo “número dos”, cómo se hacen cosas fenomenales desde un segundo puesto. Cómo se sirve sin mirar a quién cómo se sueña sin más tarde dudar cómo morir a nosotros mismos cómo cerrar los ojos, al igual que tú, en los brazos de la buena Madre.
Explícanos cómo se es grande sin exhibirse, cómo se lucha sin aplauso, cómo se avanza sin publicidad, cómo se persevera y se muere uno sin esperanza de un póstumo homenaje cómo se alcanza la gloria desde el silencio cómo se es fiel sin enfadarse con el cielo. Dínoslo, en este tu día, buen padre José.