Pedro, ¿me das tus pies?

martes, 24 de marzo de
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-Pedro, ¿me das tus pies?
-¿Mis manos, dijeras?
-No, he dicho tus pies…
Tus pies embarrados de andar por la tierra;
tus pies fracasados que lloran su espera;
tus pies ya cansados de dar tantas vueltas;
tus pies lastimados y con la misma piedra;
tus pies asustados que avanzan a tientas,
y al decirse no amados, van detrás de otras huellas.
Necesito tomarlos. Que ésta sea hoy tu ofrenda.
He venido a aliviarlos de esa falsa pureza
que es andar por el mundo sin bajar la cabeza.
Mira lo que hoy yo hago, ¡lo que tu Maestro te enseña!
Y con tus pies ya lavados, lava los que a ti se acercan.
¡Ánda!, levántate de la mesa;
“que el que humano se sabe, hermanos encuentra”.

 

Javier Albisu