Cinco panes y dos pescados

viernes, 17 de abril de
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Señor de la Vida,

nos invitas a ser solidarios,
para cambiar el mundo
para que nazca el Reino.
Abre nuestras manos
y empuja nuestros corazones,
para aprender a compartir
lo que somos y tenemos.
Para vivir la fiesta diaria
de la solidaridad,
que es el amor por los demás
hecho acción y compromiso.

 

Nos diste tu ejemplo.
Ayúdanos a vivirlo.

 

Enséñame Jesús
a ofrecer lo que tengo,
a compartirlo con otros,
a darlo con generosidad.

 

Enséñame Jesús a dar
mis cinco panes y dos pescados.
A compartir mis bienes,
a vivir con lo necesario,
a ser generoso y desprendido.

 

Enséñame Jesús a dar
mis cinco panes y dos pescados.
A dar mi tiempo,
a ofrecer mi colaboración,
a compartir mis dones.

Cinco panes y dos pescados
no son mucho
pero alcanzan
cuando se comparten.
Porque cuando uno da lo que tiene
la solidaridad hace el resto,
y alcanza para la vida de todos.

 

Esa es tu gran enseñanza, Jesús,
que entregaste hasta la propia vida.

 

Enséñanos a ser solidarios,
enséñanos a compartir,
enséñanos la alegría del dar,
para construir el Reino,
para vivir el amor,
para cambiar el mundo
y acercarlo más a Dios.

Marcelo A. Murúa