Bendito seas, Jesús, Dios de misericordia infinita,imagen del Padre, encarnación de su bondad.Desde el fondo de mi ser te bendigo, Señor,y recuerdo siempre tus muchos beneficios.
Bendito seas Tú, que perdonas todas mis culpasy sanas todas mis enfermedades.Bendito seas Tú, que rescatas mi vida de la infelicidad,del desánimo y la desesperanza,
y saturas de bienes mi existencia.
Bendito seas, Jesús, misericordioso y cercano.Como se alzan los cielos por encima de la tierra,así de alto e inmenso es tu amor para con nosotros.Tan lejos como está el oriente del ocaso,así alejas de nosotros todas nuestras rebeldías.
Como un padre y una madre sienten ternura por sus hijos,así sientes ternura por nosotros,porque Tú nos conoces enteramente,y sabes que somos tan frágiles como el barro.
Bendito seas, Jesús, el Amigo de los niños y de los pobres,de las mujeres, de los enfermos y de los extranjeros,de los extraviados y pecadores:Dame un corazón lleno de compasiónpara que pueda ofrecer a otrosel mismo amor que Tú derrochas conmigo.
Bendito seas, Jesús, que nos recreas y nos haces nuevos.Como un alfarero, pones sobre mí tus manosy modelas mi corazón a tu imagenpara que sea enteramente tuyo.
Gracias porque no me juzgas, porque me miras con bondad,porque, como a la mujer adúltera,me das la oportunidad de comenzar otra vezy estrenar vida nueva.
Salmo 103