Bendito

martes, 21 de abril de
image_pdfimage_print

 Bendito seas, Jesús, Dios de misericordia infinita,
imagen del Padre, encarnación de su bondad.
Desde el fondo de mi ser te bendigo, Señor,
y recuerdo siempre tus muchos beneficios.


Bendito seas Tú, que perdonas todas mis culpas
y sanas todas mis enfermedades.
Bendito seas Tú, que rescatas mi vida de la infelicidad,
del desánimo y la desesperanza,

y saturas de bienes mi existencia.


Bendito seas, Jesús, misericordioso y cercano.
Como se alzan los cielos por encima de la tierra,
así de alto e inmenso es tu amor para con nosotros.
Tan lejos como está el oriente del ocaso,
así alejas de nosotros todas nuestras rebeldías.


 Como un padre y una madre sienten ternura por sus hijos,
así sientes ternura por nosotros,
porque Tú nos conoces enteramente,
y sabes que somos tan frágiles como el barro.


 Bendito seas, Jesús, el Amigo de los niños y de los pobres,
de las mujeres, de los enfermos y de los extranjeros,
de los extraviados y pecadores:
Dame un corazón lleno de compasión
para que pueda ofrecer a otros
el mismo amor que Tú derrochas conmigo.


 Bendito seas, Jesús, que nos recreas y nos haces nuevos.
Como un alfarero, pones sobre mí tus manos
y modelas mi corazón a tu imagen
para que sea enteramente tuyo.

Gracias porque no me juzgas, porque me miras con bondad,
porque, como a la mujer adúltera,
me das la oportunidad de comenzar otra vez
y estrenar vida nueva.


Salmo 103

 

Oleada Joven