Evangelio según San Juan 14,27-31a

lunes, 4 de mayo de
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Jesús dijo a sus discípulos: «Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡ No se inquieten ni teman ! Me han oído decir: ‘Me voy y volveré a ustedes’. Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo.

 

Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean. Ya no hablaré mucho más con ustedes, porque está por llegar el Príncipe de este mundo: él nada puede hacer contra mí, pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado.»

 

Palabra de Dios



 


P. Cristian Salomón Sacerdote de la Parroquia Santa Teresa de Jesús, de Santa Teresa, Arquidiócesis de Rosario


 

Seguimos celebrando la Pascua, la presencia siempre Viviente de Jesús en nuestras vidas y en la vida del mundo. Él es el Buen Pastor, que da Vida Eterna a sus ovejas, es la Vid Verdadera que quiere permanecer siempre unido a nosotros, sus sarmientos, para que demos fruto, para que seamos fecundos. Es, como se manifiesta hoy en el Evangelio, el dador de Paz, de bendición, que hace que posible, que aún en las dificultades, en el dolor, en la incertumbre, podamos vivir en la confianza, tranquilos, con la certeza de que el Padre nos sostiene.

 

Jesús en la ultima cena, en su discurso de despedida, antes de su pasión, les deja a sus discipulos ésta su paz, que se verá plenificada con el don del Espiritu Santo. También a nosotros nos regala su Paz, todos los bienes de Dios, para que que confiemos, para que creamos, para que no claudiquemos, para que vivamos alegres, para que podamos comunicar también a nuestros hermanos el gozo y la alegría del resucitado en nuestras vidas.

 

Sin embargo, por muchos motivos: sociales, ecónomicos, de relación, personales, por problemas de salud vivimos generalmente inquietos, con miedo, muchas veces tristes. ¿Será porque quizás nos cuesta creer y confiar en la Palabra de Jesús, será porque quizas no buscamos o no estamos unidos a Él?

 

Me interpela mucho el testimonio de nuestros hermanos en Irak. Dice el Padre Luis Montes, misionero en Irak, que los Cristianos perseguidos “Van a misa todos los días, leen la Biblia más que nosotros y las dificultades les ayudan a purificarse para poder rezar mejor. Piden oraciones por todos, el pueblo árabe nos da enseñanzas a nosotros”. Cuenta también otro relato relacionado con los niños que pone la piel de gallina y que muestra la fe pero también la cercanía con la viven con la muerte: “los niños hablan de qué van a decir cuando sea su turno de ser degollados”.1

 

La paz de Jesús, no nos libra del dolor, ni del mal, Sí nos sostiene, nos hace testigos, discipulos misioneros.

 

Dios te regale su Vida, su Paz, su Gracia, que fortalezca y de seguridad a tus pasos; Que puedas ser también vos, portador de la Paz de Jesús para tus hermanos.



Fuente: Radio Maria Argentina

 

 

Radio Maria Argentina