Evangelio según San Marcos 12,35-37

viernes, 5 de junio de
image_pdfimage_print

Jesús se puso a enseñar en el Templo y preguntaba: “¿Cómo pueden decir los escribas que el Mesías es hijo de David?

El mismo David ha dicho, movido por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies.  Si el mismo David lo llama ‘Señor’, ¿Cómo puede ser hijo suyo?”.

La multitud escuchaba a Jesús con agrado.



Palabra de Dios



 


P. Matías Jurado sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires



 

En este texto que escuchamos hoy, Jesús se hace una pregunta. Toma esa pregunta de lo que algunos decían. Escucha. Sabe escuchar y sabe preguntar.  La pregunta es sobre su identidad. Quién es él, el Mesías.

Podría haber respondido a esa pregunta desde muchos puntos de vista, desde muchas fuentes. Podría haber explicado que Dios es espiritual, que el espíritu está más allá del tiempo, que el Mesías es Dios… y tantas otras cosas. Jesús lo sabía todo.

Pero se apoya en algo de la Biblia. Conoce su identidad, sabe perfectamente quién es y encuentra esa identidad reflejada en la Biblia. Y es desde la Palabra de Dios que él se define, que dice quién es, cómo es. Y no sólo eso: pudiendo responder desde cualquier fuente elige también la que sus oyentes pueden entender mejor.

¡Cuanta sensibilidad en Jesús! Para escuchar, escuchar sin juzgar a las personas, para hacer una pregunta sin echar en cara a nadie, para responder y que los que lo escuchan puedan entenderlo.

Y no solo lo entendían, como a un maestro. Sino que también recibían esa enseñanza con agrado. Como cuando el que habla es un maestro bueno.

Quizás pueda quedarnos picando en el corazón algo de esta pregunta que se hace hoy Jesús. ¿Cuánto me conozco? ¿Busco algo de mi identidad desde la Palabra de Dios? ¿Tiene Dios algo para decirme sobre quién soy? Él me escucha. Me escucha y sabe responderme. Busquemos hoy algo de esa respuesta en su Palabra, en el amor que nos tiene al conocernos, en el amor que nos tiene al escucharnos, en el amor que nos tiene al respondernos.




Fuente: Radio María Argentina

 

 

 


 

Radio Maria Argentina