“¡Buenas noches queridos jóvenes! ¿¡Eh!? No se escucha nada… ¡¡¡Buenas noches!!!” fueron las palabras de Monseñor José María Arancedo en la misa concelebrada junto a otros obispos y sacerdotes de nuestro país en el día de ayer a las 18hs en la catedral de San Sebastián de Río de Janiero, donde unos 22.000 jóvenes allí presente no demoraron su respuesta resonante y decidida.
El lugar se llenó de la alegría del encuentro y la emoción de saberse cercanos al Papa Francisco. El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina se permitió bromear con los peregrinos acerca del largo viaje, el cansancio y el no haber contado aún con la posibilidad de bañarse.
Destacó también lo bueno de poder iniciar ésta Jornada Mundial de la Juventud con “ésta primera eucaristía” y agregó que ellos, como obispos y pastores, que les toca acompañarlos en las iglesias locales, comparten la alegría “del encuentro del Señor que nos ha llamado”.