Dios, sos demasiado grande para mi.
Pero aún así me amas, te doy gracias porque soy tu hijo.
Te alabo Padre porque me das la oportunidad de seguir respirando un día mas.
Te canto, porque mi cansacio es consuelo para el que sufre.
Te doy gracias por el cielo, por las personas (aún aquellas que me hacen mal) porque así aprendo a perdonar.
Toda la gloria sea para vos, Dios bueno, porque mi vida no es una casualidad, sino que es parte de ese gran plan maravilloso de tu Reino.
El honor a Jesús, que nos dió su vida, que esta presente en su cuerpo y su sangre que nos da la fuerza para mirar hacia adelante.
Espiritu Santo, sigue guiando nuestro camino, consuelanos en el momendo de la dificultad, y danos la mas grandes de las sonrisas en las alegrías.
Gloria a ti Señor del cielo y de la Tierra, todo mi vida sera una alabranza a ti Rey.
Amén.