En las manos del Padre

viernes, 19 de junio de
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Cada uno de nosotros nace con el instinto de pararse y caminar; romper el arrastre y la quietud para ir más allá. Cuando todavia no podemos hacerlo por nosotros mismos, viene un adulto y nos ayuda, nos da su mano segura y mas fuerte que la nuestra y lo hace de tal forma que no dudamos y caminamos aunque sea tambaleando.


Para que aprendamos a caminar solos, esa persona una vez levantados nos toca apenas las manos casi sin sostenemos pero nosotros sabemos que ahi está por cualquier cosa. Entonces, caminamos solos sin darnos cuenta. Hasta que al fin nos suelta despacito y abrimos bien grande los ojos y la boca, sonreimos y nos sorprendemos porque lo estamos haciendo solos! Cuando queremos algo, nuestro instinto muchas veces es poner mil escusas y miedos delante nuestro. Pareciera que “solos nada podemos hacer”. Volvemos a necesitar esa mano que nos sostenga, esa mirada que nos infunda confianza. Empezamos de cero.. Si, porque dar el primer paso es empezar de cero.


Me gusta este número.. Sobre todo porque representa “nada”.. Y esa Nada es el lugar exacto donde Dios nos tiende la mano. Esa nada es el momento preciso cuando nos dejamos: sostener, abrazar, ayudar, amar.. por Otro.. Y es a partir de ahi donde Todo comienza.

 

Emiliano PAREDES