ABRACEMOS NUESTRA CRUZ

domingo, 21 de junio de
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EL CAMINO AL CALVARIO es un tema que se me vino a la cabeza, aunque ya pasamos el tiempo Pascual.

Vemos a muchas personas, sabemos de mucha gente que vive su calvario y tratan de buscarle el sentido, incluso podemos ser nosotros mismos. Un sentido que no existe sin Fe.
Una Fe en un Dios que transformó un signo de derrota y vergüenza en la mas grande de las victorias; que transformó un camino de dolor y muerte, en esperanza y resurrección.


Un camino en el cual si entregamos todo no podremos evitar; un camino que tendremos que recorrer si queremos amar de verdad, sin dudar; un camino, o quizas el unico camino, que nos llevará a Dios.

Abracemos nuestra cruz, nuestro dolor. Aceptemos lo que somos, no escapemos a nuestra realidad, dejemos que Dios la transforme.

El te promete… resucitaré.


Voy hacia el calvario, gente en el camino
la cruz en mi espalda, ganas de llorar
siento las espinas, me hacen salir sangre,
para eso he venido, no voy a parar.


Rostros que me miran, los conozco a todos
veo a los que han muerto y a los que vendrán
veo sus historias, las cargo en mis hombros
pesan los pecados de la humanidad.


Resucitaré, caminaré bajo el sol
Resucitaré, con el poder del amor
Resucitaré, soy la semilla que muere por vos
Por vos, yo resucitaré, pronto me levantaré
Resucitaré, rozará el viento mi piel
Resucitaré, y aunque el dolor atraviese mi ser
en la batalla final ganaré.


Caigo pero sigo, sufro pero aguanto
allí está mi madre, me quiere abrazar
quisiera aferrarme fuerte de su mano,
su voz me conmueve, debo continuar.


Algunos me ayudan, algunos se burlan,
otros ni me miran, por ellos también
por todos los hombres clavarán mis manos
y elevado en alto yo los atraeré.

 

Jorge Orellana