Cuenta la misma Madre Teresa:
“Uno de nuestros colaboradores me preguntó una vez:
– ¿Quiere que nos hagamos católicos, como usted?
Yo le contesté:
– Me gustaría darles el tesoro que poseo. Pero no está en mis manos darlo a nadie, porque es un don de Dios. Lo que hago es ofrecerles la posibilidad de hacer obras de amor. Por medio de tales obras se acercan a Dios, porque la obra de amor los acerca más a Él. Cuando Dios viene a ustedes y ustedes van a Dios, entonces tienen la ocasión de aceptarlo o rechazarlo. Esa aceptación es el don de la fe.”
Fuente: Recursos Católicos