EL CARACTER INVIOLABLE DE LA VIDA HUMANA El hombre está llamado a una plenitud de vida que va más allá de su existencia terrena, ya consiste en la participación de la vida misma con Dios. Lo sublime de esta vocación sobre natural manifisesta la grandeza y el valor de la vida humana incluso en su fase temporal. Todo lo que se opone a la vida humana,como los homicidios de cualquier género, los genocidios, el aborto, la eutanacia y el mismo suicidio voluntario; todas estas cosas y otras semejantes son oprobios que, al corromper la civilizacion humana, deshonran mas a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son contrarios al honor del Señor. Por desgracia, este alarmante panorama, en lugar de disminuir se va agrandando. Con la perspectiva del progreso científico y tecnológico surgen nuevas formas de agresión contra la dignidad humana y amenazan con arrastrar a toda la humanidad a una catástrofe. El hecho de que las legislaciones de varios paises, alejándose tal vez de los mismos principios fundamentales de sus Constituciones hayan consentido reconocer la plena legitimidad de estas prácticas contra la vida es, al mismo tiempo, un síntoma preocupante y causa no marginal de un grave deterioro moral. No permitamos que se legalicen estas practicas que atentan contra la vida y dignidad de la humanidad. No permitamos que cientos de miles niños no vean laa luz. Si a la Vida. Extracto de la Carta Enciclica “EVANGELIUM VITAE” de San Juan Pablo II Si les gusto este pensamiento los invito a darle Me gusta a la siguiente pagina de Facebook para que cada vez seamos mas los que descimos ¡Sí a la Vida! https://www.facebook.com/riojanosporlavida
EL CARACTER INVIOLABLE DE LA VIDA HUMANA
El hombre está llamado a una plenitud de vida que va más allá de su existencia terrena, ya consiste en la participación de la vida misma con Dios. Lo sublime de esta vocación sobre natural manifisesta la grandeza y el valor de la vida humana incluso en su fase temporal.
Todo lo que se opone a la vida humana,como los homicidios de cualquier género, los genocidios, el aborto, la eutanacia y el mismo suicidio voluntario; todas estas cosas y otras semejantes son oprobios que, al corromper la civilizacion humana, deshonran mas a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son contrarios al honor del Señor. Por desgracia, este alarmante panorama, en lugar de disminuir se va agrandando. Con la perspectiva del progreso científico y tecnológico surgen nuevas formas de agresión contra la dignidad humana y amenazan con arrastrar a toda la humanidad a una catástrofe.
El hecho de que las legislaciones de varios paises, alejándose tal vez de los mismos principios fundamentales de sus Constituciones hayan consentido reconocer la plena legitimidad de estas prácticas contra la vida es, al mismo tiempo, un síntoma preocupante y causa no marginal de un grave deterioro moral.
No permitamos que se legalicen estas practicas que atentan contra la vida y dignidad de la humanidad. No permitamos que cientos de miles niños no vean laa luz. Si a la Vida.
Extracto de la Carta Enciclica “EVANGELIUM VITAE” de San Juan Pablo II
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