Evangelio según San Mateo 9,32-38

lunes, 6 de julio de
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En cuanto se fueron los ciegos, le presentaron a un mudo que estaba endemoniado.El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: “Jamás se vio nada igual en Israel”.

 

Pero los fariseos decían: “El expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios”.Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.

 

Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos.Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha.”



Palabra de Dios




 P. Cristian Salomón  Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Rosario 

 

 

Hoy contemplamos a Jesús que sigue caminando, anunciando la Buena Noticia, la Ternura y Misericordia del Padre, llevando Sanidad, Salvación; liberando al hombre, de todo aquello que lo no lo deja expresarse, el pecado, el mal.


Su presencia, su Palabra y obrar no es lejana, es bien cercana, se compadecede la multitud, le duele la enfermedad, asi como también que estén como ovejas sin pastor y por eso su pedido de oración al Padre para que envíe trabajadores para la cosecha.


Pensaba mientras rezaba la Palabra, en la visita a Latinoamerica del Papa Francisco, hoy por Ecuador, también él con su sola presencia es también bendición, renuevo en la Fe, en la Esperanza, porque lleva a Jesús, hasta las periferias geograficas y existenciales, porque hoy tambíén el Señor nos llama por medio de él, con su ejemplo, a ser protagonostas, trabajadores para la cosecha, saliendo también de nosotros mismos, llevando a Jesús a nuestros hermanos.


Necesitamos primero, pedirle al señor, creo yo, que nos libere de nuestra mudez, de nuestra cegueras, que nos impiden salir de nosotros mismos para anunciarlo, que no nos dejan ver que muchas veces nosotros y muchos hermanos, andamos errantes como ovejas sin pastor, necesitamos que nos libere, para poder anunciar lo que su Gracia y Presencia obra en nosotros.


Señor Jesús, aquí esta mi vida, mi corazón, que necesita ser liberado, porque la vergüenza a veces, el celular otra tantas, el estar sólo atento a mis necesidades y la comodidad, me enmudece, no me deja expresarme, menos aún anunciarte, llevarte a los hermanos. Liberame Señor para que pueda compartir con otros la alegria de tu presencia siempre viva y operante.


Envia Padre muchos obreros a tu mies, Santifica a los que están.


Que tengas lindo día, Dios te bendiga.

 

 

 

Radio Maria Argentina