Evangelio segun San Mateo 4, 1-11

sábado, 12 de marzo de
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En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: "Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes." Pero él le contestó, diciendo: "Está escrito: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.""

Entonces el diablo lo lleva a la ciudad santa, lo pone en el alero del templo y le dice: "Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: "Encargará a los ángeles que cuiden de ti, y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras."" Jesús le dijo: "También está escrito: "No tentarás al Señor, tu Dios.""

Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y, mostrándole los reinos del mundo y su gloria, le dijo: "Todo esto te daré, si te postras y me adoras." Entonces le dijo Jesús: "Vete, Satanás, porque está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto.""

Entonces lo dejó el diablo, y se acercaron los ángeles y le servían.

Palabra de Dios


Monseñor Eduardo Martín  Obispo de la Diócesis de Rio Cuarto



Queridos amigos, estamos comenzando este tiempo fuerte de la liturgia, este tiempo fuerte de nuestro caminar cristiano, que denominamos la cuaresma: 40 días; nos recuerda los 40 años del desierto del pueblo de Israel desde que salió  de Egipto hasta que llego a la tierra prometida y los 40 días que Jesús pasó en el desierto, en oración, llevado por el Espíritu Santo y donde allí fue tentado por el demonio. Jesús vence al tentador, el tentador quiere apartarlo del camino que el padre le ha asignado, que es el del servicio, el del anonadamiento, el de la cruz. Y el tentador quiere apartarlo de ese camino para que Él manifieste ese poderío que tiene y que de algún modo ah ocultado al hacerse hombre y entonces lo tienta con el poder, lo tienta con el querer los bienes materiales, lo tienta con todo aquello que lo aparta justamente de la cruz.

Jesús vence al mal, Jesús es el fuerte, Jesús es el que está con nosotros y que también está hoy en nuestro camino cuaresmal.

Queridos amigos, la cuaresma es este tiempo propicio, este tiempo de salvación, para sumergirnos en la muerte de Cristo y renacer a la Vida nueva. Cuaresma tiene un carácter sacramental, ¿qué quiere decir esto?, quiere decir que si nosotros obedecemos con docilidad a las indicaciones pedagógicas que la Iglesia en este tiempo nos marca, como son la intensificación de la oración, del ayuno y de las obras de caridad, de la limosna. Esta práctica tiene un carácter sacramental, es decir, son como el instrumento, como la materia de un sacramento, que si nosotros nos ponemos en ellas, se produce un efecto mucho más grande del que nosotros podríamos realizar por una ocurrencia nuestra, por una buena intención nuestra, un buen propósito nuestro.

Obedecer a la iglesia y seguir las indicaciones de la cuaresma, tiene una eficacia como los sacramentos, mucho más fuerte y grande de lo que nosotros podemos realizar por nuestras propias fuerzas. Por eso los animo, los invito y me invito a mí, a que este tiempo lo aprovechemos, tiempo propicio, tiempo favorable, tiempo de la misericordia, tiempo de la salvación, para que purificándonos del pecado, para que combatiendo con Cristo, porque Él está con nosotros, al espíritu del mal, salgamos purificados, renovados, gozosos y celebremos la pascua de resurrección con los panes ácimos, con los panes de la sinceridad y la verdad.

Hasta el próximo domingo, si Dios quiere.

 




 

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