Señor, hazme libre para recibirte.

sábado, 12 de marzo de
image_pdfimage_print

Querido Señor, la nieve inesperada de hoy me hizo pensar que debo ser muy cauteloso en hacer predicciones. El invierno parece haber vuelto, justo cuando me había preparado para la primavera y para el tiempo más soleado y templado. ¿No me estás haciendo una advertencia importante?

Continuamente proyecto mi condición actual hacia el futuro. Si me siento oscuro, entonces el futuro parece oscuro, si me siento brillante, el futuro parece brillante. ¿Pero quién soy yo para saber cómo será la vida para mí mañana, la semana entrante, el año que viene, o dentro de diez años? Y, más aún, ¿quién soy yo para saber quién serás para mí en este año que enfrento? Oh Señor, no te ataré con mis propias ideas y sentimientos limitados y limitadores. Puedes hacer tantas cosas conmigo, cosas que pueden parecer totalmente imposibles para mí. Por lo menos quiero mantenerme abierto a los movimientos libres de tu Espíritu en mi vida. ¿Por qué sigo diciéndome “nunca seré un santo, nunca podré vencer mis impulsos y deseos?”. Si sigo diciendo esto, puedo llegar a impedir que Tú me sanes y me toques profundamente.

Oh Señor, permíteme permanecer libre para dejarte venir cuando quieras y en la forma en que lo desees. Amén

                                                                                                                                                        Henri Nouwen