Evangelio según San Mateo 20,20-28

lunes, 13 de julio de
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La madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo. “¿Qué quieres?”, le preguntó Jesús. Ella le dijo: “Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”.

 

“No saben lo que piden”, respondió Jesús. “¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?”. “Podemos”, le respondieron. “Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre”.

 

Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: “Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo: como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud”.

 

Palabra de Dios

 

 

 

 

 


 

P. Juan Martinez Sacerdote de la Arquidiócesis de Córdoba

 

 

 

Buen día Amigos de la Radio, a este espacio de encuentro con Jesús en la Palabra, hoy especialmente en la fiesta de Santiago Apóstol.
 
El Evangelio de san Mateo que acabamos de escuchar nos relata el momento en que la Madre de Santiago y Juan pide a Jesús para sus hijos un lugar en el Reino.
 
Es llamativo siempre que este pedido sucede el anuncio de pasión de Jesús a sus discípulos en el camino y estos o en este caso su Madre les pide un lugar en la gloria.
 
 
A nosotros peregrinos, discípulos de Jesús el Señor siempre nos anima a un seguimiento más estrecho en el camino de la voluntad de Dios y la tentación de la fragilidad humana es conseguir un puesto, instalarnos aún con santos deseos pero necesitados de purificación.
 
 
Por esto es una buena ocasión dejar que Jesús hoy nos anime a una entrega más decidida, de purificación, de esas que nos animan más a tomar el cáliz expresión de dar la vida y no de instalarnos cuando es tiempo de caminar en fidelidad.
Y lo que es mensaje para Santiago y Juan avanzando en el evangelio que escuchamos aparece para todos la enseñanza de Jesús: entre ustedes no debe suceder así, el que quiera ser el primero que se haga servido, como el Hijo del Hombre que no vino a ser servido sino a servir y dar su vida por una multitud.
 
La historia da fe de que Santiago apóstol, a quien hoy celebramos, fue el primero en dar la vida por Jesús, que esta grandeza siga siendo testimonio actual en cada uno que descubre a Jesús y quiere transitar su camino.
Dios te bendiga.

 

 

Fuente: Radio Maria Argentina

 

Radio Maria Argentina