Me vi estando acostada con las luces prendidas y mirando un punto fijo pensando en las cosas que tengo que hacer y preocupándome para que todo salga bien durante la semana, y de paso haciéndome en cada tanto un reproche por dejar siempre las cosas para ultimo. Y de pensar por acá, repensar por allá, presto atención a ese punto fijo que estaba mirando sin mirar y Dios me estaba hablando con tanta tranquilidad en medio del ir y venir constante en mi cabeza, y me recuerda: “Permanecer en Él”, es lo único que en verdad importa entre tantas preocupaciones aunque irónicamente no sea uno de los pensamientos y preocupaciónes que estaba teniendo.
Cómo Dios nos grita en silencio en todo momento y por estar dentro de la rutina, de la monotonía y ruido del día vamos perdiendo esa capacidad de percibir el gran regalo que es la vida, nos vamos convirtiendo como en máquinas que hacemos las cosas cotidianas sin ganas y por que sí, y no encontramos el valor de estar vivos entre tantos pensamientos, y situaciones que van más allá de nosotros.. Cuando lo que en realidad importa es hacer las pequeñas cosas con gran amor, como lo hace Dios, estando presente en medio de las preocupaciones, tristezas, alegrías, en todo momento, pero no siempre queremos Reconocerlo..
“Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura” (Mt. 6, 33)
Extraído, con permiso, del muro de Sofi Gotte. Gracias Sofi!