Transfigúrame, Señor, transfigúrame.
Quiero ser tu vidriera, tu alta vidriera azul, morada y amarilla. Quiero ser mi figura, sí, mi historia, pero de Vos en tu gloria traspasado.
Mas no a mí solo, purifica también a todos los hijos de tu Padre que te rezan conmigo o te rezaron, o que acaso ni una madre tuvieron que les guiara a rezar el Padrenuestro.
Transfigúranos, Señor, transfigúranos.
Si acaso no te saben, o te dudan o te blasfeman, límpiales el rostro como a Vos la Verónica; descórreles las densas cataratas de sus ojos, que te vean, Señor, como te veo.
Transfigúralos, Señor, transfigúralos.
Que todos puedan, en la misma nube que a Vos te envuelve, despojarse del mal y revestirse de su figura vieja y en Vos transfigurada. Y a mí, con todos ellos, transfigúrame.
Himno de la Liturgia de las horas