Cada 7 de agosto la Iglesia celebra con fe y alegría a San Cayetano, el patrón de los gestores administrativos, así como de las personas que buscan trabajo y los desempleados. Es llamado «Padre de la Providencia».
Nacido en Italia en el siglo XV en una familia noble, estudia abogacía con una prometedora carrera profesional. Al prestigio obtenido como estudiante en su paso por la Universidad, se le suman sus actividades como protonotario apostólico en la corte del papa Julio II, en Roma. Desde ese puesto ayudó a reconciliar la Santa Sede con la República de Venecia. Sin embargo su vida tomaría otro rumbo, más cercano a los desafavorecidos. Él mismo lo explica:
“Siento que día a día mi vida suspira por amar a Dios. Mis años de abogado me enseñaron que el pueblo necesita palpar a Dios a través de las obras de los cristianos, de su acción, de sus enseñanzas, de su entrega. Quisiera hacer siempre la voluntad de Dios: esto deseo, y a esto aspiro. Ahora voy a dar otro rumbo à mi vida. Mi camino es dejar todo sin mirar atrás. Uniré mi propia vida a la Cruz de Cristo. Seré sacerdote.”
Entre sus muchas actividades, organiza el primer Hospital de Enfermedades Infecciosas y cuando no queda dinero para pagar el sueldo a los mejores médicos de la ciudad ni para alimentar a los enfermos, ordena la venta de su biblioteca, lo último que queda de sus bienes: “Jamás dejaré de entregar lo mío a los necesitados hasta que me vea en tal pobreza que no me quede ni siquiera un metro de tierra para mi tumba, ni tenga un centavo para mi entierro.” Además, funda un monasterio, refugio para prostitutas arrepentidas y toma la iniciativa de tramitar el establecimiento de un Banco Popular que conceda crédito sin interés, quebrando el criminal negocio de prestamistas usureros.
En el año 1524 fundó la orden de los Teatinos (o Clérigos Regulares) junto con el obispo Juan Pedro Caraffa (1476-1559), que más tarde sería elegido papa con el nombre de Pablo IV.
En Argentina su devoción se extendió sobretodo en tiempos de la crisis de 1920. En la localidad bonaerense de Liniers se encuentra el Santuario de San Cayetano a donde se da un curioso fenómeno de religiosidad popular desde hace décadas. Allí llegan millones de peregrinos para pedir favores al santo y agradecerle gracias concedidas.
Fuente: Radio María Argentina