Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: “¿Quién dice la gente que soy yo?”. Ellos le respondieron: “Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas”.
“Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?”. Pedro respondió: “Tú eres el Mesías”. Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo.
Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: “¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres”. Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará.
Palabra de Dios
P. Luis Zazano sacerdote de la Diócesis de Tucumán
El Hijo del hombre tiene que padecer mucho.
1) La identidad de Jesús. Jesús preguntó a sus discípulos y hoy nos pregunta a nosotros: ¿Quién decís que soy yo? El camino que lleva a conocer quién es Jesús desconcierta.
Saber quien es Dios en tu vida te simplifica la vida y te lleva a amarla pero debes adentrarte y mirar quien es hoy Jesús en tu vida.
2) El Reino de Dios no se construye con el poder sino con la entrega de la propia vida a favor de los demás. Así lo proclaman el Siervo de Yahvé (1 Lect.) y Jesús mismo (Ev.). Sin embargo, ni siquiera Pedro lo comprende, ni otros muchos cuando se limitan a una fe sin obras. Las obras hablan de quiénes somos y en quién creemos (2 Lect.).
En estos últimos días vimos cuantos cristianos padecen su ser cristiano, capaz que hoy vos no tenes ganas de ir a misa porque el cura aquel no te agrada sin embargo hay otros lugares en donde no tienen misa hace un año porque no hay cura quien les celebre.
No dejes de seguir a Jesús, no hagas que tus caprichitos detengan tu amor a Jesús. La identidad del cristiano es la caridad.
El obrar sigue al Ser. El cristiano que no obra con amor no tiene a Cristo, por lo que no es cristiano. Que tus obras muestren lo que eres.
Fuente: Radio María Argentina