“¿Qué sentido tiene la vida? ¿Para qué está el hombre en este mundo? El hombre está en el mundo porque Alguien lo amó: Dios. El hombre está en este mundo para amar y para ser amado.
Dios le da sentido a todas las cosas que hago. Su Amor me motiva a continuar, y a tratar de ser una mejor persona, para Él y por Él. Y aunque no siempre lo consigo, sé que valora nuestros esfuerzos y sonríe complacido cada vez que lo intentamos.
A menudo siento que nos ve como a niños. Somos sus pequeños. Se ilusiona al vernos crecer, le alegran nuestros triunfos, está a tu lado cuando fracasas. Siempre está contigo.
He descubierto que experimentar su presencia amorosa te transforma la vida. Después de esta experiencia, de este fuego que te quema el alma, ya no puedes ser el mismo.
Algo en ti ha cambiado, muy profundamente. Ves todo tan diferente. Tu corazón encuentra el sentido de las cosas. Se enciende, se inflama con su Amor.
A partir de ese momento sólo puedes amar y te das cuenta que es verdad: el hombre está en el mundo para amar y para ser amado.”
San Alberto Hurtado, 1950