Santa María, Madre nuestraque en cada misterio del Santo Rosarionos brindas al Salvador.
Acudimos a ti necesitados.Nos alegramos que desde la cruzel señor te haya encomendadola misión de acercarnos a Ely a su Iglesia por la conversióny la penitencia.
Alentados por la confianza quenos inspiras ponemos entus manos maternales nuestraspreocupaciones y temores.Pero, deseamos imitar tu fidelidada Dios, aceptando con amor yhumildad todas las pruebas.
¡Madre nuestra del Rosariode San Nicolás! que tu presenciarenueve nuestra vida, alivie nuestroser agobiado por el sufrimientoy la enfermedad, sostenganuestra docilidad a la gracia yfortalezca nuestro amor alos demás, convirtiéndonos asíen testigos del amor del Padreque no vaciló, por tu intermedio,en darnos a Jesús.
AMEN