Evangelio según San Marcos 10,17-30

jueves, 8 de octubre de
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Cuando Jesús se puso en camino, un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?”.Jesús le dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno.

 

Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre”.El hombre le respondió: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud”.

 

Jesús lo miró con amor y le dijo: “Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme”.El, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes.

 

Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: “¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!”.Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: “Hijos míos, ¡Qué difícil es entrar en el Reino de Dios!.

 

Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios”.

 

Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?”.Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: “Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible”.Pedro le dijo: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”. Jesús respondió: “Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y, campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna.

 

Palabra de Dios

 

 


 

P. Luis Zazano sacerdote de la Diócesis de Tucumán

 

 

“Vende lo que tienes y sigueme”.

Quien quiere seguir al Señor tiene algunos puntos a trabajar y valores a recordar. El cristiano que sigue a Jesús debe tener estos puestos:

1) La sabiduria: es lo primero que debe pedir al Señor. Sabiduría viene de “sapere” es quien le pone gusto gusto a la vida. Le sabe encontrar el gustito a las cosas de la vida. La gran riqueza de una persona no es cuanto tiene sino cuanta sabiduría posee. Si el mundo hoy está en crisis es por la carencia de hombres sabios. Para ser sabio no se necesita leer tanto sobre la vida sino profundizar y entender sobre la vida. La clave del hombre sabio es su prudencia. El prudente es sabio y el sabio es prudente. Verás cuan sabía es una persona no por lo que habla sino por su prudencia en el hablar.

2) La palabra de Dios: esto nos muestra San Pablo, el otro valor que debe cuidar un hijo de Dios es el poder meditar la Palabra. Tener tiempo para tomar la Palabra de Dios y meditarla. Quien alimenta su vida con la Palabra es sabía pero también es una persona llena de esperanza y de paz. Date ese tiempito para leer la palabra porque quien no conoce las escrituras no conoce al mismo Dios.

3) Seguimiento: quien sigue a Dios renuncia a si mismo, a sus planes y a sus gustitos personales. Quien sigue a alguien alguien se encamina, se decide y va. En cambio quien no sigue a alguien se queda, es un quedado en la vida.

Dios de antemano te deja las exigencias y también te muestra los premios. Cuando Dios te llama para su barra te da sorpresas, al principio uno se asusta por lo que deja pero después te das cuenta cuan maravilloso es. Yo me siento uno de esos. Cuando sentía que Dios me llamaba mi gran obstáculo era que no iba a tener esa familia grande que soñaba, me golpeaba el dejarlo todo, pero sin embargo hoy me doy cuenta que El soltarme valía la pena. ¡cuantos hijos que tengo y qué hijos!

Lo único que puede llevarte a dejar de lado estos valores es la riqueza, el tener, el aferrarse a lo material y no soltarlo.  Por eso el que se aferra a lo material se hace necio, deja de lado a Dios y solo vive de sus planes. Podrá tener mucho dinero pero no le encontrará el sentido, el gustito a su vida.

Si no encontrás el gustito a la vida la mejor medicina es visitar a algún pobre o algún enfermo. Ellos te enseñarán a darle sentido a la vida y te darás cuenta que muchas de tus quejas son de lleno. Buen domingo

 

 

Radio Maria Argentina