Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: “Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir”.El les respondió: “¿Qué quieren que haga por ustedes?”.
Ellos le dijeron: “Concédenos sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria”. Jesús les dijo: “No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que yo beberé y recibir el bautismo que yo recibiré?”.
“Podemos”, le respondieron. Entonces Jesús agregó: “Ustedes beberán el cáliz que yo beberé y recibirán el mismo bautismo que yo. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados”.
Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos. Jesús los llamó y les dijo: “Ustedes saben que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad.
Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes;y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos. Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud”.
Palabra de Dios
P. Luis Zazano sacerdote de la Diócesis de Tucumán
Estamos en un mundo que busca primerear pero no en el servicio sino más bien en el poder, en los puestitos.
1)En la casa lo vemos ya desde el momento en que tu hijo o hija te hace una cara destructiva cuando le decís que levante la mesa, ¡cómo nos cuesta servir al otro!.
2)En la escuela cuesta el servicio y la entrega cuando estamos apegados, a cuantos les cuesta cambiar el lugar porque quiere sentarse siempre con su amiga, una maestra hoy sufre para hacer trabajo grupal.
3)En el trabajo es muy duro, nos serruchamos el piso, nos destrozamos con tal de llegar a un puesto alto, hasta algunos se rebajan con tal de llegar.
4)incluso en la Iglesia se pierde el espiritu de servicio, sólo se quiere gobernar, hasta algunos creen que por estar cerca del cura o del obispo tienen más poder en la Iglesia.
El Señor nos enseña que la clave de nuestra vida es el cielo, solo se logra en la humildad y en el servicio. Servir con alegría y primerear en el servicio, no esperes que te estén pidiendo movete vos primero porque de vos depende que tu hermano llegue también al cielo. Buen domingo.