“Señor, cuida a tu Iglesia,
que somos todos nosotros:
cuida a tu pueblo, a aquellos
que se reunían y se empujaban.
Cuida a tu Pueblo porque amas la luz,
la luz que viene del Padre,
que viene de Tu Padre,
que te envió para salvarnos.
Cuida a tu Pueblo para que
no se convierta en hipócrita,
para que no caiga en la tibieza de la vida.
Cuida a tu Pueblo para que tenga
la alegría de saber que hay
un Padre que nos ama mucho”.
Papa Francisco