Evangelio según San Lucas 12,54-59

martes, 20 de octubre de
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Jesús dijo a la multitud: “Cuando ven que una nube se levanta en occidente, ustedes dicen en seguida que va a llover, y así sucede. Y cuando sopla viento del sur, dicen que hará calor, y así sucede.

¡Hipócritas! Ustedes saben discernir el aspecto de la tierra y del cielo; ¿cómo entonces no saben discernir el tiempo presente? ¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo?

Cuando vas con tu adversario a presentarte ante el magistrado, trata de llegar a un acuerdo con él en el camino, no sea que el adversario te lleve ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y este te ponga en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.”

 

 

Palabra de Dios

 

 

 


P. Matías Jurado Sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires

 

 

 

En los evangelios de estos días, en este capítulo de Lucas, Jesús nos invita a caminar atentos, despiertos, mirando los detalles. Y nos invita a hacerlo en dos sentidos: uno, de cara al cielo, de cara a la muerte. Ninguno de nosotros sabe cuándo va a morir, y es bueno caminar teniendo en cuenta que cuando lleguemos a esa instancia, vamos a tener que revisar todo lo que hicimos en nuestra vida.

Por otro lado la invitación es de cara a la Tierra, de cara a la vida. Si caminamos distraídos, dormidos, vamos a perdernos un montón de detalles del amor que Dios nos tiene, y vamos a perder la felicidad, la plenitud que él quiere regalarnos.

Saber que vamos a morirnos nos ayuda a aprovechar al máximo esta vida. No vivimos para siempre. Como dice la canción: “todo tiene un final, no es eterna la vida”. Mirar a Dios y saber que él nos acompaña, que quiere guiarnos, que nos muestra el camino que nos lleva a la felicidad… también nos hace aprovechar al máximo esta vida.

El tiempo presente, como dice el Evangelio, es un tiempo de peregrinar, es un tiempo de jugarse, es un tiempo de vivir a fondo, amando en serio, entregando la vida en serio, sirviendo en serio, dejándonos guiar por Dios. Y dejándonos amar por él.

Dios nos acompañó en lo que va del día. ¿Adónde puedo descubrir su presencia concreta y sutil?

 

 

Fuente: Radio María Argentina

 

 

Radio Maria Argentina