Evangelio según San Mateo 9, 27-31

jueves, 3 de diciembre de
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Cuando Jesús se fue, lo siguieron dos ciegos, gritando: “Ten piedad de nosotros, Hijo de David”.Al llegar a la casa, los ciegos se le acercaron y él les preguntó: “¿Creen que yo puedo hacer lo que me piden?”. Ellos le respondieron: “Sí, Señor”.

 

Jesús les tocó los ojos, diciendo: “Que suceda como ustedes han creído”.Y se les abrieron sus ojos. Entonces Jesús los conminó: “¡Cuidado! Que nadie lo sepa”.Pero ellos, apenas salieron, difundieron su fama por toda aquella región.

 

 

Palabra de Dios

 

 

 

 

 


P. Nicolás Retes Sacerdote de la Arquidiócesis de Buenos Aires, colaborador en el equipo de pastoral vocacional Buenos Aires, y también en la Universidad Católica Argentina.

 

 

Dos ciegos siguieron a Jesús, gritando: “Ten piedad de nosotros, Hijo de David”.

 

 

 

Bueno este evangelio que acabamos de escuchar recién nos muestra en primer lugar cómo cuando uno reconoce la debilidad, cuando uno reconoce la propia cruz, aquello que le aflige Dios siempre nos termina ayudando, “Ten piedad de nosotros” gritan estos ciegos, y Jesús los escucha “que suceda como ustedes han creído” también les responde, vale decir, estos ciegos tan ciegos no están, ¿qué queremos decir con esto de que tan ciegos no están? Y… Que se dan cuenta a quién tienen adelante, porque si le van a pedir a Jesús eso, es porque saben que los puede sanar, saben que el Hijo del hombre, que Jesús tiene ese poder: de sanar; confían en él, le creen a Dios, por eso la respuesta de Jesús: “que suceda como ustedes han creído”.

 

Entonces en primer lugar, reconocer nuestra propia miseria frente a Dios, “tené piedad de mi Jesús”; en segundo lugar reconocerlo a Cristo, tener fe en él; en tercer lugar tener siempre en cuenta que Dios no solo nos quiere, nos ama, sino que siempre tiene en cuenta nuestras necesidades, se fija en aquel que está sufriendo, para socorrerlo, para ayudarlo.

 

En este tiempo especial de adviento que ya estamos transitando es un importante ejercicio pensar qué cosas tengo que cambiar de mi vida con la ayuda de Dios, con su gracia, qué cosas puedo modificar con el amor de Dios, no? Todos estamos llamados a una verdadera conversión, el jubileo de la misericordia que comienza el 8 de diciembre, está por empezar, estamos a las puertas de este jubileo, entonces que bueno y que interesante sería que aprovechemos el tiempo bien, uniendo el adviento con el jubileo, tiempo especial de gracia de Dios para que nos transforme la vida en serio, para que podamos convertirnos de corazón, pero para esto, y el evangelio que acabamos de escuchar nos ayuda mucho, es necesario tener conciencia, es necesario que nos demos cuenta de nuestras debilidades, de nuestras necesidades, y presentárselas a Dios en la oración, ese “Ten piedad de nosotros” de los ciegos, nos recuerda a nuestro propio corazón que también grita, clama, pide; el problema es cuando pensamos que ya no se puede hacer más nada, cuando hemos perdido la esperanza, siempre hay esperanza cuando está presente Jesús en nuestras vidas.

 

Le pedimos entonces al señor que siga aumentando nuestra fe, nuestro entusiasmo, nuestras ganas de seguir, y también nuestro profundo deseo de conversión.

 

Que tengan una excelente jornada.

 

 

 

Fuente: Radio Maria Argentina 

 

Radio Maria Argentina