Un niño le preguntó a su papá: ¿De qúe tamaño es Dios?Entonces, al mirar al cielo, su padre vio un avión y le preguntó a su hijo: ¿De qué tamaño ves aquél avión?El chico respondió: Es muy pequeño, casi ni se alcanza a ver.Entonces el papá lo llevó al aeropuerto y al estar cerca de un avión, le preguntó: Y ahora, ¿De qué tamaño dices que es?El chico exclamó con asombro: ¡Papá es enorme!El papá le dijo entonces: Dios es así, el tamaño va a depender de la distancia que tú estés de Él. Cuanto más cerca estés de Él, mayor Él será en tu vida.
Compartimos con vos una reflexión de Pepe Luis Pedraza:
“Cuando estamos enamorados de Dios, y lo llamamos al celular ‘oración’, o leemos sus emails ‘la Biblia’, o escuchamos sus voice-mails ‘predicaciones’, nos sentimos en las nubes. No nos queremos perder nada que tenga que ver con ese novio. Cuando leemos sus cartas en la Biblia, nos damos cuenta de cuanto nos ama. Cuando escuchamos sus voice-mails en las predicaciones, nos damos cuenta de que él quiere lo mejor para nosotros. Y cuando hablamos con él en la oración, nos damos cuenta de que verdaderamente él nos atiende y escucha nuestra voz. Dios es del tamaño que lo tengamos en nuestro corazón.”