Evangelio según San Juan 1, 1-18

martes, 22 de diciembre de
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Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. Al principio estaba junto a Dios. Todas las cosas fueron hechas por medio de la Palabra y sin ella no se hizo nada de todo lo que existe.

En ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la percibieron. Apareció un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan.

Vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. El no era la luz, sino el testigo de la luz.

La Palabra era la luz verdadera que, al venir a este mundo, ilumina a todo hombre. Ella estaba en el mundo, y el mundo fue hecho por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron.

Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su Nombre, les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios. Ellos no nacieron de la sangre, ni por obra de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino que fueron engendrados por Dios.

Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Y nosotros hemos visto su gloria, la gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él, al declarar: “Este es aquel del que yo dije: El que viene después de mí me ha precedido, porque existía antes que yo”.

De su plenitud, todos nosotros hemos participado y hemos recibido gracia sobre gracia: porque la Ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad nos han llegado por Jesucristo. Nadie ha visto jamás a Dios; el que lo ha revelado es el Hijo único, que está en el seno del Padre.

 

 

Palabra de Dios

 

 


P Luis Zazano Sacerdote de la Diócesis de Tucumán

 

 

 

1) Dios está con nosotros: es ver a un Dios cercano, que la pelea junto conmigo todos los días.  No te niego que hay momentos de dolor e incertidumbre, sino mira la cruz y el pesebre…. Pero Dios está. Hay veces que buscamos palabras para contestar a muchas preguntas que nos hacemos y hoy vemos que ante estas cosas solamente “Dios está” esa es la única respuesta.


2)luz y tiniebla: es la gran lucha que hay en el corazón.  Dios te da a elegir la luz y las tinieblas en tu vida. No tengas miedo a la luz; es verdad que uno puede temer a la novedad de la luz. Porque a mayor luz, mayor notoria son las miserias. Busca la luz y no temas a lo que veas.


3) Hijos de Dios: esto es lo más sorpresivo, que te convertis en un heredero de Dios, nos hacemos una misma familia; no somos una empresa, somos familia en donde trabajamos juntos con un mismo sentir… amar a Dios.


No temas a nada en esta vida porque Dios está cerca tuyo, está a la par tuya, déjate iluminar para iluminar porque al saberte hijo de Dios ya eres un iluminar.


Que tengas un buen domingo y a no decaer porque a año nuevo, lucha nueva.

 

Oleada Joven