San Ambrosio hizo notar a San Agustín
En aquellos tiempos que, “La verdad no es
una idea, no es un concepto. La verdad es
una persona y ella viene a ti”.
¿Quién soy para que la verdad venga a mi?.
Sólo alguien que la busca.
Encuentrame entonces,
Porque te busco.
Sin otro merito más que el
Que tu puedas darme,
Sin otras ansías más que las
Que tu puedas alimentar.
Encuentrame verdad anhelada,
nacida en Belén y resucitada
Todos los días.
Encuentrame,
Que es merito tuyo que te busque.