Evangelio según San Marcos 6,45-52

viernes, 8 de enero de
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Después que los cinco mil hombres se saciaron, en seguida, Jesús obligó a sus discípulos a que subieran a la barca y lo precedieran en la otra orilla, hacia Betsaida, mientras él despedía a la multitud. Una vez que los despidió, se retiró a la montaña para orar. Al caer la tarde, la barca estaba en medio del mar y él permanecía solo en tierra. Al ver que remaban muy penosamente, porque tenían viento en contra, cerca de la madrugada fue hacia ellos caminando sobre el mar, e hizo como si pasara de largo. Ellos, al verlo caminar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar, porque todos lo habían visto y estaban sobresaltados. Pero él les habló enseguida y les dijo: “Tranquilícense, soy yo; no teman”. 

 

Luego subió a la barca con ellos y el viento se calmó. Así llegaron al colmo de su estupor, porque no habían comprendido el milagro de los panes y su mente estaba enceguecida. 

 


 

P. Juan Martínez  sacerdote de la Arquidiócesis de Córdoba

 

Hola Amigos de Oleada joven! Bienvenidos al encuentro con Jesús en la Palabra. La escena de hoy nos vuelve a desafiar a la confianza que está en las entrañas de la fe.

 

Siempre me gusta pensar con este texto que por más que hayamos gustado grandes signos del amor de Jesús, diría la multiplicación de los panes que es el texto anterior al de hoy, cuando se viene el oleaje parece ser que arrasa con todo.

 

El tiempo de vacaciones que vivimos puede ayudarnos a poner en la balanza gracias recibidas y aguas agitadas para poder serenar tantas situaciones que el año terminado o las cosas de la vida agitan en nuestro interior.

 

Qué bueno el versículo final de hoy “Así llegaron al colmo de su estupor, porque no habían comprendido el milagro de los panes y su mente estaba enceguecida”. Las vacaciones como tiempo distinto para todos aún para quienes nos quedamos haciendo lo mismo son una ocasión para llegar al estupor de que habla el Evangelio que entre nosotros decimos: nos cae la ficha para entender por qué el Señor permite que pasen estas cosas para nuestro crecimiento.

 

El Señor te bendiga y buen sábado.

 

Oleada Joven